Una delegación compuesta por Eugenio Jacquemain, Secretario de prensa de la Comisión de Carrozas de Gualeguaychú, Jimena Bohl Reina electa horas atrás, Víctor Stelle y Sergio Mosto ambos chefs, llegó hasta Mercedes para realizar el lanzamiento de la 60º Fiesta nacional de Carrozas Estudiantiles de esa ciudad argentina.
De acuerdo a lo expresado por Jacquemain a Crónicas, por sus características, se trata de un espectáculo único en la Argentina por el resultado de la creatividad de miles de estudiantes que realizan sus trabajos durante varios meses para “una noche de esplendor” con el paso de, en este caso 32 carrozas.
El desfile, dijo, ha sido denominado como “un milagro de engrudo y de papel” ya que estos son algunos de los materiales que más se utilizan en estas monumentales carrozas realizadas por chicos de entre 15 y 18 años.
Dijo que son los estudiantes los responsables de todo. “Deciden el precio de la entrada que para este año ha sido fijado en 100 pesos argentinos, alrededor de 50 uruguayos; muy accesible para un tremendo espectáculo. Definen las reglas, resolvieron que en los galpones donde viene trabajando no puede haber ni alcohol ni cigarrillos de ningún tipo y si se violan las mismas hay sanciones severas. Los adultos en la comisión central tienen voz pero no voto y muchas veces no se ha coincidido con lo resuelto por los estudiantes pero una vez que pasa el desfile nos damos cuenta que tenían razón porque tienen otra visión y la mirada es desde adentro por lo cual hemos confiado en la reglamentación que se ha manejado a lo largo del tiempo”.
Cuándo
El evento será en el Corsódromo de Gualeguaychú, este sábado 12 a partir de las 20.30 horas.
Se podrá disfrutar de 32 carrozas construidas por estudiantes de 15 colegios de nivel medio, públicos, privados y público-privados.
Los jóvenes comienzan después de las vacaciones de invierno a elegir el tema a desarrollar y a partir de agosto se inicia el trabajo en los galpones del Puerto.
Allí, dijo, “entre otras tareas, los estudiantes aprenden a soldar, a armar chasis y estructuras y las chicas realizan los trabajos más detallados. Se trata de una magnifica muestra de creatividad, arte, luz y color donde la imaginación y el trabajo de meses se ven volcados en una noche donde la estudiantina es la dueña absoluta de esta magia”
Las carrozas
Se dividen en dos categorías: libre y primaveral. Se estima que cada año intervienen en la construcción de las mismas alrededor de mil quinientos adolescentes de los distintos colegios secundarios. En esta oportunidad son 22 carrozas de motivación libre y 10 primaverales. En forma previa se realizará una serie de homenajes porque sin lugar a dudas dijo, “se trata de la fiesta más tradicional de Gualeguaychú y creo que la más importante de la Provincia de Entre Ríos y la más antigua de la nacionales de la república Argentina”.
Como hecho anecdótico destacó que se van a recibir a las tres primeras personas que desfilaron la primera carroza de 1959, “una vive en la capital de Entre Ríos-Paraná, la otra reside en zona rural y la otra en la propia ciudad y van a estar compartiendo y recibiendo algún presente”.
Los Logros
Lo que se logra con esta festividad es que en el armado de los carros participan y conviven chicos de distintos extractos socioeconómicos, de escuelas muy heterogéneas, pero estas barrea ss esfuman en el compartir cotidiano.
La Soberana
Jimena Bohl, la soberana electa días atrás tiene 18 años y participó representando al Instituto Técnico Superior Nº 2 de la ciudad de Gualeguaychú, colegio de varones donde se dictan una variedad de cursos como electromecánica y carpintería.
“Me ofrecieron representarlos porque trabajo con ellos en el armado de las carrozas, acepté y nunca pensé que iba a ser electa y me siento muy feliz por ello”.
Destacó entre otras cuestiones que para el estudiante este evento, “es una experiencia única porque mientras trabaja cada cual en su carro tiene en cuenta siempre al que está al lado. Nace o se despierta el espíritu solidario y comunitario entre todos los chicos porque aunque hay premios no lo vemos como una competencia sino como una oportunidad para poder disfrutar, compartir, conocer a otros estudiantes, a sus padres, trabajamos en equipo, aprendemos valores y el adulto está ahí para acompañar, para llevarnos una torta, para cebarnos un mate. Tampoco falta la música y la creatividad porque con un pedacito de papel, engrudo y color podemos lograr cosas maravillosas y tal vez nunca lo hubiéramos pensado”.
Manifestó que luego de pasada esta instancia, “queda un gran vacío, porque muchos no nos volvemos a ver pero también alegría porque durante ese tiempos tres o cuatro meses pasamos muchas horas juntos y cosechamos nuevos amigos”, concluyó.